Desde que he sido madre mi vida o mejor desde que el deseo de ser mamá se apoderó de mi, la vida comenzó a tener otro ritmo...
Poco a poco dejé de darme prisa, de correr a todos lados, a valorar el tiempo en otra dimensión y ese ritmo comenzó a gustarme y sobre todo a valorar un modo de vida diferente.
Muchos saben que mi vida se rodea de montañas, de aromas a bosque, de poca gente y de un entorno pequeñito o inmenso, según la perspectiva que lo mires.
Vivo en un pequeño pueblo, con gente seguramente anónima para ti, pero conocidas para mi, me gusta salir a la calle y poder saludar por el nombre a casi todos, poner interés en la gente con la que conozco su nombre, su profesión y familia y poder dar mi mano directa si la necesitan.
Y aunque los que me conocen, saben que hago hablar a todo dios, que me abro con el corazón a toda persona y que soy una mujer activa y llena de ideas que algunas surgen y otras no...Pese a ello... Me siento bien con mi vida SLOW, concepto que cada vez comprendo mas gracias a mis grandes guías como son Gema Gomez y todo el resto de integrantes de Slow Fashion, que no solo me enseñan muchisimo sobre la producción textil sostenible, responsable y eco, me enseñan que se puede vivir diferente, que no por mucho correr se llega antes y que dar un paso lento es un paso seguro y mas que nada totalmente disfrutable.
Sin ellos mi proyecto no sería el que es, y que cada vez puedo decir que encuentro el camino a lo que realmente siempre he tenido en mente, ropa producida de modo responsable, sostenible, sin dejar de ser actual, divertida y colorida.
Cada día me encuentro con mas ideas para desarrollar prendas 100% upcycling , la gente me trae prendas que le gustan con el deseo de que las trasnforme en algo lleno de vida y también de recuerdos...Creo importante dejar huella de lo que fue anteriormente.
En los pasos que ultimamente voy dando, puedo decir que me siento pisar firme, segura y tranquila de saber que mi proyecto no genera el consumo masivo, que se afirma en valores tan poderosos como el cuidado del planeta, la responsabilidad del consumo y la durabilidad de la prenda....He mejorado en menos de un año, digamos en los útlimos meses, he trabajado y reflexionado sobre a donde ir, porque lo bueno de mi slow vida es que me permite tener tiempo para interiorizar, encontrar en mi respuestas y pensar, en silencio, o con música o con el sonido de los pájaros, puedo escuchar lo que mi mente y corazón quieren decirme, eso sin duda es un privilegio.
Creo que es un buen mapa de mi vida, espero poder situarlos en el entorno que se desarrolla Ab-Origenes y el ritmo que necesita para poder seguir siendo un proyecto disfrutable tanto para mi como para ustedes...
Poco a poco dejé de darme prisa, de correr a todos lados, a valorar el tiempo en otra dimensión y ese ritmo comenzó a gustarme y sobre todo a valorar un modo de vida diferente.
Muchos saben que mi vida se rodea de montañas, de aromas a bosque, de poca gente y de un entorno pequeñito o inmenso, según la perspectiva que lo mires.
Vivo en un pequeño pueblo, con gente seguramente anónima para ti, pero conocidas para mi, me gusta salir a la calle y poder saludar por el nombre a casi todos, poner interés en la gente con la que conozco su nombre, su profesión y familia y poder dar mi mano directa si la necesitan.
Y aunque los que me conocen, saben que hago hablar a todo dios, que me abro con el corazón a toda persona y que soy una mujer activa y llena de ideas que algunas surgen y otras no...Pese a ello... Me siento bien con mi vida SLOW, concepto que cada vez comprendo mas gracias a mis grandes guías como son Gema Gomez y todo el resto de integrantes de Slow Fashion, que no solo me enseñan muchisimo sobre la producción textil sostenible, responsable y eco, me enseñan que se puede vivir diferente, que no por mucho correr se llega antes y que dar un paso lento es un paso seguro y mas que nada totalmente disfrutable.
Sin ellos mi proyecto no sería el que es, y que cada vez puedo decir que encuentro el camino a lo que realmente siempre he tenido en mente, ropa producida de modo responsable, sostenible, sin dejar de ser actual, divertida y colorida.
Cada día me encuentro con mas ideas para desarrollar prendas 100% upcycling , la gente me trae prendas que le gustan con el deseo de que las trasnforme en algo lleno de vida y también de recuerdos...Creo importante dejar huella de lo que fue anteriormente.
En los pasos que ultimamente voy dando, puedo decir que me siento pisar firme, segura y tranquila de saber que mi proyecto no genera el consumo masivo, que se afirma en valores tan poderosos como el cuidado del planeta, la responsabilidad del consumo y la durabilidad de la prenda....He mejorado en menos de un año, digamos en los útlimos meses, he trabajado y reflexionado sobre a donde ir, porque lo bueno de mi slow vida es que me permite tener tiempo para interiorizar, encontrar en mi respuestas y pensar, en silencio, o con música o con el sonido de los pájaros, puedo escuchar lo que mi mente y corazón quieren decirme, eso sin duda es un privilegio.
Creo que es un buen mapa de mi vida, espero poder situarlos en el entorno que se desarrolla Ab-Origenes y el ritmo que necesita para poder seguir siendo un proyecto disfrutable tanto para mi como para ustedes...
No suelo sacarme fotos pero mi jardín merecía la pena...
lindo ....estás no caminho certo é um projecto que é totalmente TU
ResponderEliminarbesitos de portugal
Marta e flo